¡Qué año tan infernal!
Jueves, 30 de diciembre de 2020
Acabo de releer el editorial del boletín que escribí en diciembre de 2019 y no he podido evitar reírme del tono simplista y optimista con el que veía el futuro.
La vida de Jervis parecía ir sobre ruedas: nueva oficina, nuevos clientes, todo apuntaba a un futuro brillante y prometedor.
Pero luego hay fenómenos que nos trascienden y nos ponen patas arriba en poco tiempo. La pandemia procedente de China fue uno de esos fenómenos: una auténtica hecatombe sanitaria, económica, social y política a nivel mundial. Nadie se salvó.
Afortunadamente, el ser humano tiene un instinto de supervivencia innato y la inteligencia necesaria para superar todo tipo de obstáculos. De hecho, si tenemos sentido común, podemos aprender grandes lecciones de esta crisis y preparar un futuro mejor para todos, pero en fin... este no es el tema de este editorial.
El año 2020 en Jervis fue similar al de muchas otras empresas:
Ha sido una experiencia estresante y triste, porque hemos visto partir a muchos de nuestros seres queridos y hemos asistido diariamente a la desesperación de miles de familias y empresas que, en muy poco tiempo, se quedaron sin nada.
Sin embargo, al mismo tiempo ha sido reconfortante ver el espíritu de ayuda mutua que se ha establecido a todos los niveles. La pandemia nos acercó espiritualmente, nos obligó a revisar conceptos, redefinir prioridades, consolidar valores. Por encima de todo, fue un año en el que prevaleció lo mejor de la naturaleza humana y la voluntad de éxito.
En Jervis, nos vimos obligados a ser más creativos y a explorar áreas que estaban dormidas. Pudimos estar más juntos a pesar de estar separados. Pudimos desplegarnos cuando lo necesitábamos. El espíritu de equipo se impuso.
Nos vamos a 2021 con la sensación de haber cumplido y con la convicción de que saldremos más fuertes que nunca. Sé que no todo el mundo comparte mi optimismo, pero no conozco otra forma de avanzar.
Dejo unas palabras de agradecimiento a los clientes que creyeron en nosotros y que compartieron este difícil año con nosotros.
También dejo unas palabras de profundo agradecimiento a nuestros empleados que, en todo momento, se arremangaron y multiplicaron sus esfuerzos para que no fracasáramos.
El año que viene estaremos aquí llenos de fuerza y energía. Cuente con nosotros.
Un buen año para todos
Rosario Louro
Directora General